Moringa
oleifera se cultiva en muchos huertos de varios países asiáticos,
africanos y centroamericanos principalmente. En estado salvaje, o asilvestrado,
la Moringa es un colonizador bastante eficiente. Muy adaptable. Prefiere
los suelos bien drenados y con agua en el subsuelo. Tolera suelos arcillosos,
pero no encharcamientos prolongados.
Acepta bastante bien el riego
con aguas de desecho, lo que lo convierte en una especie idónea
para el aprovechamiento de aguas depuradas, incluso de aguas residuales.
En relación al pH del suelo, los mejores resultados se han obtenido
en suelos de pH neutro o ligeramente ácido. No obstante en pruebas
en atolones de suelo alcalino del pacífico donde se ha introducido
soporta pH incluso superior a 8.5.
Temperaturas: Lo ideal entre
20 a 40º C.
Altitud: desde el nivel del
mar, hasta los 1.000 mts (dependiendo también de la latitud).
Régimen de lluvias:
La moringa es bastante resistente a la sequía, pero bajo condiciones
de stress hídrico su productividad se resiente y es necesario un
aporte hídrico suplementario (riego). Por regla general con un indice
de precipitaciones inferior a 300 mm por año los árboles
requieren de algunos riegos periódicos para su estabilización.
Lo ideal serían al menos 500 mm bien distribuidos durante todo el
año para mantener árboles establecidos sin necesidad de riegos.
En sistemas agroforestales,
esto es combinaciones de árboles con cultivos tradicionales o convencionales,
la moringa es una especie ideal. Aporta una elevada cantidad de nutrientes
al suelo al tiempo que lo protege de factores climáticos externos,
erosión y excesiva desecación. Al ser la moringa un arbol
de copa ancha, pero relativamente poco densa cubre y protege una área
importante sin proyectar una sombra demasiado densa sobre los otros cultivos.
En caso necesario es muy fácil aclarar o podar las moringas para
conseguir una mayor penetración de luz solar.
Podas: Son necesarias para
estimular y mantener la producción de hojas frescas. La moringa
admite cualquier poda, por drástica que sea, aunque se elimine la
copa por completo. Los árboles se deben mantener (para producción
de hojas) a una altura moiderada, que facilite la recolección, pero
teniendo en cuenta la posible competencia por fitófagos (domésticos
o salvajes) en las ramas a asu alcance.
Propagación: Moringa
oleifera, en nuestros ensayos es muy facil de propagar mediante semillas
y actualmente estamos ensayando metodos de propagacióin vegetattiva.
Plagas, en los ensayos y
pruebas llevados a cabo en Gran Canaria las plantaciones han sido arrasadas
por los conejos. La densidad de estos animales es relativamente baja pero
al ser las moringas arboles muy apetecibles y la zona en que se plantaron
muy seca y sin cubierta vegetal de ningún tipo no había ningún
otro alimento disponible. Es imprescindible proteger los árboles
jóvenes con tubos de tela metálica, firmemente anclados al
suelo y de una altura mínima de medio metro. También es recomendable
un control sobre los otros fitófagos, especialmente cabras. |